¿Te gusta el cine? Pues a mi si, no soy asidua de ver notas de artistas pero me gusta tener la oportunidad de ir al cinema, comprar una bolsa de palomitas y sentarme ahi frente a la pantalla. A veces viendo sin ver pero otras apreciando el talento de los actores. Por ahí algunos expertos en la materia mencionan que Robert de Niro, Johnny Depp y Morgan Freeman son tres de los 10 actores más famosos en el mundo. Robert de Niro por cierto, es reconocido como uno de los mejores actores de las últimas tres décadas. En la lista también esta Jack Nicholson, estrella internacional por sus impactantes interpretaciones; Tom Hanks, el único actor en la segunda mitad del siglo XX que ha conseguido dos premios Oscar de manera consecutiva y que decir de Denzel Washington, Anthony Hopkins y Al Pacino que es considerado como uno de los actores más grandes e influyentes, y que tal Nicholas Cage?, bueno si seguimos seguro no terminamos, en lo personal todos los anteriores me agradan. Pero cosa semejante sucede en nuestra fe, a veces medimos a los predicadores y cantantes por su talento y es bueno reconocerlo, pero pasamos a segundo plano al autor del mismo: Nuestro Señor.

Cosa semejante sucede en las Misas, vamos esperando que la participación del padre sea de nuestro agrado, sin importar el contenido del mensaje dejando en segundo plano al autor de las Sagradas Escrituras y peor aun la entrega de nuestro Señor en el bellísimo milagro de la consagración.
Comento esto porque en nuestra experiencia retadora de organizar eventos de evangelización hemos notado con tristeza lo selectivo que somos para participar, sin importar el mensaje o la oportunidad formativa que se nos brinda, dejamos afuera al autor. Nos sentimos alentados o desalentados según el “show” se presente.

Sin embargo, en la historia de la cinematografia también hemos observado que las producciones sobre la vida de nuestro Señor y actores correspondientes han alcanzado la fama. Nosotros queremos saber sobre El, pero .. ¿ no estar con El? es confuso!. Al final los actores visten como El, hablan como El, quieren imitarlo, los predicadores hablan de El y los sacerdotes nos enseñan de El. Cierto, El es el modelo y la inspiración que solo se queda cuando los reflectores apagan, la música calla, y las sillas quedan vacías. Quizás solo de El quede el vago recuerdo, pues se aplaudió el talento no al Autor.

Segura estoy, nuestro Señor Jesucristo estará contento de ver su obra tan productiva, pero entonces ¿Quién es el actor mas popular?. ¿quien lo interpreta o el que lo inspira?.

Mientras usted querido lector piensa la respuesta, las excusas abundan cuando en la cartelera es solo Cristo quien invita……

Señor ….¿que sentirá tu corazón? , ………

Encuentro Eucarístico….espero en esta encuentres la respuesta!
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NOTA: Dr. Ricardo Castañón nos ha avisado que contaremos con la presentacion que tenia preparada para nosotros en el CONGRESO!!!.

Cristo nos espera!

“No podemos separar la Sagrada Eucaristía de la Pasión de Jesús”.

San Andrés Avellino